"Estamos rodeados de artilugios destinados a ahorrar trabajo y,
sin embargo, disponemos de muy escaso ocio auténtico"
Laurence J. Peter (1919-1990)
Profesor y escritor canadiense.
Volvemos a vivir la semana más inactiva, en cuanto a relaciones con terceros en el mundo laboral; sí, más inactiva de todo el año.
Y es que la semana que acoge al 15 de Agosto, al menos en España es inhábil, pero que muy inhábil. Por ello, vuelve a surgir la eterna cuestión de si sería conveniente cerrar toda la fábrica, o tal vez no.
Aparecen los "bandos" y la verdad, son muy poco dinámicos (siempre estamos los mismos en cada uno de ellos) con la bandera defensora de la productividad y la posible mejor tarea por parte de los que faltan, de un lado; y de los que defienden el servicio 365/7/24, por otro.
Pero, ¿se le puede llamar servicio? No lo sé, tendrían que medirlo los que lo reciben, ya que a veces esperan colgados al otro lado de la línea mientras que encontramos el archivo, el documento y sobre todo, mientras inventamos la manera de hacer la gestión requerida sin que parezca que dudamos. La verdad, somos unos grandes improvisadores, y lo sabemos...
También deberíamos medir la cantidad de los requerimientos de ese universalmente llamado servicio, para poder decidir si mantener una organización abierta sin todos sus recursos titulares durante 8 semanas merece la pena o no; pero es mejor trabajar sobre la subjetividad, siempre da más cancha para no decidir nada, ¿verdad?
Por otro lado, dejando al lado cuestiones difíciles de resolver, me gustaría adentrarme en un tema surgido ayer durante la cena con unos amigos, en la que uno de ellos, directivo de una importante empresa local nos comentaba cómo le había sido imposible desconectar 100% del trabajo durante sus vacaciones.
Siempre, durante las mismas, cada día, tenía la tentación y se rendía ante ella, de mirar sus e-mails, hacer una llamada de revisión a alguien de confianza de su equipo, etc...
Y bueno, como en cualquier cena de amigos que se precie, surgió el debate de opinión, el cual aderezado por los gin tonic de rigor que tocan tras la misma (que sueltan algo la lengua y hacen que las ideas fluyan de manera más facilona y apenas sin filtros) y aparecieron los "pros y contras" que todos los aspectos de la vida cargan "per se".
En mi opinión, en estos días debemos de tener a mano los smart, tablets, pcs, etc... para consultar, vincular, redirigir, y desatascar lo que nadie en nuestro lugar puede gestionar en nuestra ausencia.
Pero, para que esto sólo sea necesario una media hora, o una al máximo al día, antes, como directores nos ha tocado hacer un listado de tareas dividiéndolas entre:
1) Las que puedo hacer antes de irme de vacaciones. "Acelera un poquito, que tú puedes".
2) Las que puedo hacer cuando vuelva. "No se acaba el mundo, vuelves en dos semanas".
3) Las que pueden hacer por mí mediante la delegación y en la confianza de la persona elegida, sin necesitar de mi ayuda, revisión o aprobación. "Tu gente también sabe hacer, pensar, etc... te lo demuestran todo el año".
4) Las que si ocurren tienen que contactarnos y sin excusas, esperar nuestro visto bueno. "Hay que dejar algo para nosotros, que no se piensen que pueden prescindir de ti" o "por fa, llámame al menos una vez en mis vacaciones, quiero sentirme importante".
Y unas que no están en la lista, por motivos obvios, que son las que surgen en el periodo vacacional (en estos casos, siempre o es una ocurrencia del jefe supremo o del cliente "vip"), y que presionan a nuestro personal para que sea el directivo de descanso el que tome la decisión. Eso sí, sin posibilidad de que sea cuando vuelva, aunque se les recuerde que es el lunes siguiente el día "d" y estemos a viernes, ¿os suena?
En definitiva, las vacaciones son para descansar, y hay que hacerlo lo más posible, ya que deben de servir para volver a la carga con la máxima energía, física y mental, ya que a la vuelta nadie, digo nadie (ni compañeros, ni proveedores, ni clientes, ni accionistas) serán suaves con nosotros y comprensivos con nuestro estado, sino todo lo contrario. Quieren lo mejor de nosotros y debemos cumplir con todas y cada una de sus expectativas y peticiones.
Lo que no quita, que las nuevas tecnologías y sus "devices", nos ayuden a quitarnos tarea, unos minutos por día, que facilitarán evitando la antigua brusca vuelta al trabajo de antaño cambiándola por un aterrizaje suave que elimine la anterior angustia post-vacacional y la semana de adaptación que acababa siendo casi una causa de acortar, e incluso para algunos de eliminar año tras año el periodo tan merecido y necesario de vacaciones estivales, aumentando un stress y una carga emocial difícil de aguantar durante largos periodos de tiempo.
Para terminar os recomiendo, a la vez que me auto-impongo para mis vacaciones (a mí me toca del 1 al 15 de Septiembre) desengancharse lo máximo de la tecnología vinculada al puesto; equilibrar el descanso con el ejercicio físico y el deporte; dejar el reloj y los dispositivos en casa o en el hotel; y recordar que la mayoría de nuestros miedos se basan en cosas que a la postre no ocurren, por lo que cuando volvemos a la oficina unos días después de nuestra marcha, todo sigue igual, han podido vivir sin nosotros y por supuesto, hay temas que nos han reservado para nuestra vuelta ya que saben que nuestra condición será pletórica para afrontar grandes retos.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 1 minuto a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
Nota: hoy toca acordarme de los que ya habéis estado de vacaciones, de los que estáis y de los que empezáis en breve. También de los tardíos, que se van en Septiembre. Vamos, de todos los que en casa o fuera debemos de disfrutar y descansar en este periodo.
Mandar desde estas líneas un beso a Lucía, y a su madre (vaya racheja, que ya parece pasada), que hizo los años el Sábado anterior antes de mi última entrada.
Mandar desde estas líneas un beso a Lucía, y a su madre (vaya racheja, que ya parece pasada), que hizo los años el Sábado anterior antes de mi última entrada.
Hay dos teorias sobre el Buen Jefe:
ResponderEliminar-Es el que a la vuelta de sus vacaciones tiene la mesa llena de post it.
-Es el que no se nota cuando falta pero sí cuando esta.
A mi me gustan mas los segundos y no estoy de acuerdo contigo, durante las vacaciones se desconecta de todo y si alguien no tiene más remedio que contactarte, que te llame, pero de lo contrario... Nada de trabajo, ni media hora ni nada, tu equipo podra pasar sin ti, si no, no eres buen jefe.
En cuanto a los consejos para las vacaciones se te olvida el mejor, inchate a comer😊☺😊☺
Que poco te queda para las vacaciones, que sí que hay que desconectar un poquito.
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