“Nada es más difícil,
y por lo tanto más precioso,
que ser capaz de decidir”
Napoleón I Bonaparte (1769 – 1821)
No se si algo está cambiando, pero me da que sí, ¿verdad?
Hablando con un amigo ayer, una vez terminada la jornada, me comentaba que se veían signos de movimiento, y esto es bueno. Parece mentira, pero tras siete largos siete años de continua bajada frenética en todos y cada uno de los diferentes sectores de nuestra economía comienzan a suscitar comentario algún que otro hecho positivo cuando intercambiamos opinión sobre trabajo, economía, compra-venta y consumo en general.
Pero no será fácil,no. El mundo puede que se circunscriba en una situación al margen de la depresión, pero no por ello nos deparará un futuro sencillo, tranquilo y libre de situaciones límite y cargada de importantes situaciones de adaptación.
Y es que tanto en el laboro, como en casa, así como cuando toca divertirnos con la cuadrilla de amigos, sí, en todos los casos tenemos que decidir dónde vamos, qué queremos hacer y cómo nos gustaría llegar a ese tan ansiado objetivo que nos hemos decantado a alcanzar.
Por todo ello, y en parte tras haberme contado un compañero de profesión como había perdido una operación por no haber tomado una decisión a tiempo me gustaría centrar mi semana en la importancia del indicador por excelencia que mide el "liderazgo", DPM (decisiones por minuto) .
Y es verdad que las malas decisiones nos pueden llevar al fracaso, pero cómo de mal nos sentimos cuando las oportunidades se pierden al inmovilizarnos en el sillón por el propio miedo al error.
Cada minuto, por supuesto, nos cargamos de experiencia. Si tenemos conocimientos, enriquecidos por el paso del tiempo, éste nos ayuda a complementar nuestro saber y si además lo aderezamos por medio de un gran equipo de personas a nuestro lado con diferentes especialidades el resultado es el "Dream Team".
DPM, esta es la clave. En caso contrario, todo pierde su valor; si no tomamos decisiones, lo siento, toda queda en un esquema teórico sin creación de riqueza, y al contrario, se provoca un deterioro de confianza en el equipo, en las personas y sobre todo, pérdida de confianza en el pastor que poco a poco, perderá su rebaño.
Aunque a todos nos suena, paso a relatar las etapas de la toma de decisiones:
- Identificación del problema.
- Diagnóstico.
- Generación de soluciones alternativas.
- Evaluación de las alternativas.
- Selección de la mejor.
- Evaluación de la decisión.
- Implantación de la decisión.
Mi opinión está clara, usa al equipo en todas las fases, menos cuando toque decidir (DPM), siempre que no sea una de las tareas que estén completamente delegadas a alguien de tu confianza. No intentes que la decisión sea consensuada, ya que siempre aparecen los peros, peligros, lobos.... y con ello, la parálisis, la pérdida de las batallas y al final, la muerte y desaparición.
Por otro lado, con los amigos, en casa con la familia, incluso en el trabajo, no siempre tiene que ser el mismo rol el que nos dirija. Dependerá de las circunstancias, el tema a tratar, las experiencias pasadas o la responsabilidad del asunto, pero siempre seremos capaces de realizar grandes actividades, buenas tareas y conseguiremos ambiciosos objetivos si no congelamos nuestro timón y de forma continua lo orientamos hacia la ruta elegida en cada momento.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 5 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
Nota: sólo como ejemplo, recuerda que mientras nadie en el grupo se decide por la película a ver, el resto de competidores (en este caso cinéfilos al menos tan dignos como tú) están decidiendo rápido y comprando sus entradas, y la sala no tiene infinitas butacas.
Por otro lado, aprovecho para mandar un gran abrazo a mi amigo Miguel, que ha pasado una angustiosa semana con el sustillo de su papá. Gracias a Dios, se quedará en el susto.
Por otro lado, aprovecho para mandar un gran abrazo a mi amigo Miguel, que ha pasado una angustiosa semana con el sustillo de su papá. Gracias a Dios, se quedará en el susto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario