"Convierte tu muro en un peldaño"
Rainer María Rilke (1875-1926)
Escritor austríaco
Entretenida semana la que me ha tocado vivir. Con algunos contratiempos, eso sí, pero también con buenas noticias, las cuales son bienvenidas "como agua de Mayo".
Y es que en este periodo que no se prodiga en circunstancias positivas, no debemos dejar de pasar la oportunidad de vivir lo más felizmente posible momentos, horas e incluso días si tenemos la suerte de recoger en nuestras vivencias las mismas, que de alguna manera nos hacen olvidar el entorno pesimista y negativo que nos arropa desde algunos años hasta hoy.
Y la verdad, es que cuando la mala suerte, las malas personas y los pequeños fracasos los vivimos en primera persona, la mayoría de las veces nos lamentamos y nos quejamos por ello. Y por supuesto, no buscamos la forma de conseguir convertirlas, al menos en parte, en una situación que nos ayude a crecer.
Y esto es lo que me llamó la atención de la historia que tuve la suerte de escuchar el jueves pasado de boca de su protagonista, un empresario que a fecha de hoy, tiene un producto de nivel internacional, desarrollado desde la nada y cuyo negocio tuvo que empezar de nuevo al menos tres veces hasta poder triunfar.
Y es que cuando nos cuentan en un vídeo, estamos en una presentación o nos leemos en un libro los típicos casos de éxito, la mayoría de las veces los humanos preferimos centrarnos en la meta que han conseguido y no en el camino que han tenido que recorrer (no sin pocos quebrantos, dicho sea de pasoí).
Por ello, tengo que comentar que en este punto, tenemos más que aprender de la ruta que del fin, ya que en la misma es donde están todos las malas prácticas, habilidades usadas, los desafíos no conseguidos, las desviaciones detectadas respecto a las planificadas, los golpes, los obstáculos y como no, la gente que intenta que nuestros planes no se cumplan por...
¿envidia?
Volviendo a la historia principal, el dueño de la empresa que visitamos el jueves, me contaba cómo había tenido que aprender del negocio al descubrir que su proyecto, en manos de dos informáticos, los cuales estuvieron más de un año sin orientar el trabajo a sus requerimientos, por no decir sin trabajar. Resaltar que tuvo que tirar más de 80.000 € a la basura y empezar de nuevo. Era la segunda, ya le había dejado tirado una multinacional que sin comerlo ni beberlo se había largado de España; sin previo aviso; eso sí, le dejaron cientos de clientes enojados sin producto, sin servicio, pero con una persona de contacto que se había quedado tan huérfano como ellos que se puso manos a la obra para intentar minorar el desaguisado.
Pero se levantó, empezó de cero, y tras analizar todos los errores que había cometido (además de haber dejado su negocio en manos ajenas sin seguimiento alguno), inició de nuevo su andadura en la creación de su idea dando lugar al excelente producto que nos presentó durante la jornada.
Muy importante era, eso sí, que no se arrepentía de lo anterior, no. Había descubierto y sabía que sin esos grandes fracasos no podría haber generado su obra, su proyecto.
Resaltar por último, un ingrediente común que siempre observo tras estas empresas tan bien creadas y con una sólida estructura de negocio, y no es otro que el emprendedor es una gran persona y además y sobre todo, AMA CON PASIÓN su trabajo y su idea.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 5 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
El vídeo de la semana: LUCHA POR TUS SUEÑOS
Nota: debemos vivir nuestro sueño, hacer nuestro camino. Los realmente duros golpes vienen solos y tenemos que aferrarnos a los que quedan entre nosotros y a nosotros mismos, para mientras estemos hacer de nuestra vida una ruta lo más suave posible. Fuerza, J. Luis, estoy contigo, y va por tí...
Una historia muy bonita la del vídeo.
ResponderEliminarLo siento compañero pero hoy no puedo estar deacuerdo contigo, gracias a Dios, yo puedo pensar que los que intentan enseñar quieran el fracaso de sus alumnos y en pocas ocasiones, se intenta cortar las alas del A para que no crezca, al menos en mi entorno, mi humilde opinión es que los que tienen el poder (profesores, maestros! jefes o padres) no tienen la capacidad suficiente para enseñar de forma adecuada o para entender que otras formas de pensar son posibles y también pueden conseguir el éxito.
ResponderEliminarUna película que me dio mucho que pensar sobre este tema fue la española, sí española, Te doy mis ojos, el tío pegaba a su mujer pero no por el disfrute de pegarle, era para educarla, dentro de su mente enferma y desajustada, creía que hacia lo correcto.
Lo que tenemos que pedir es que nuestros "poderosos" sean inteligentes y tengan una mentalidad abierta a nuevas posibilidades que nos puedan llevar a lo más alto.