"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

sábado, 22 de marzo de 2014

EL PADRE: MERECIDO HOMENAJE

"Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años"

Mark Twain (1835-1910) 
Escritor y periodista estadounidense.


Bendita semana la que nos ha despachado. La verdad es que con tantos frentes abiertos no nos deja tiempo para respirar, y sobre todo existen motivos para pensar que es muy posible que el movimiento que se aprecia y empieza a posicionarse en el ambiente nos deje algún que otro fruto, más pronto que tarde.

Tras los dos primeros días jugando en casa, el miércoles y el jueves ha tocado salida y con actores distintos se ha avanzado bastante en dos negocios bien diferentes, pero que necesitamos que crezcan a la vez siendo complementarios sin discusión.

Recomendable la tertulia surgida tras el almuerzo del día del Padre, en la que la verdad, tras un repaso a la situación actual de nuestro sector/economía, se ha enfocado en los hijos, como no. Y es que no puede haber un tema más adecuado cuando varios hombres están a la mesa en esta fecha tan señalada que no sea hablar de los hijos, de su futuro, cómo lo llevan en el cole, qué complementos y actividades realizan durante la tarde y el fin de semana, etc...


La verdad, la categoría de padre nos iguala a los humanos. Ya no están los que sobresalen en conocimientos, no resalta el jefe del subordinado, ni tan siquiera es posible distinguir entre quién es el cliente y dónde está el proveedor. Todos babean y sonríen de forma cuasi-cómica dispensando a su audiencia lo magnífico que es su niño o niña. La verdad, es que la probabilidad se alía con los padres, dándoles en el 100% de los casos los mejores hijos que ni en la mejor de las situaciones hubieran soñado tener.


Pero no vamos a darle muchas vueltas al asunto, no. Esta semana tenemos que centrarnos en la figura del "pater", no nos queda otra. Y es que cuando recuerdas todo lo que has vivido junto a ésta tan importante figura, no puedes nada más que establecer un vínculo de orgullo hacia esa persona que te ha trasmitido los valores adquiridos y que ha cincelado la personalidad que ahora tienes. 

No se puede decir más alto. 

Nunca se puede olvidar cómo, día tras día, y no sólo de forma esporádica, costaba trabajo esperar ya bañados, en la cama, con los ojos abiertos de par en par (no sin esfuerzo), la llegada a casa de PAPÁ, sí, con mayúsculas, con categoría de nombre propio y como no, muy pero que muy especial. Era inconfundible el sonido de la llave girando en la cerradura, abriéndose la puerta principal, y por qué no admitirlo, aún recuerdo cómo se me ponía la carne de gallina al sentir sus pasos sobre cada uno de los peldaños de la escalera. En este momento, tanto mi hermano como yo nos disponíamos en posición de dormidos como si estuviéramos a esas alturas en el tercer sueño. La verdad, era imposible que no se notara la cara rígida  y los ojos cerrados de forma antinatural, pero sobre todo la sonrisa que se dibujaba en nuestros labios en el momento que recibíamos un beso de nuestro padre, siguiendo el ritual de no despertarnos en ese nuestro momento, aunque tuviera que hacernos creer que se lo creía, un día tras día; noche tras noche.

Y es que como padres, hemos de pensar muy mucho en la educación de nuestros hijos, pero aparte de inundarlos de actividades (danza, inglés, música, natación, padel, catequesis, etc...), agudicemos la memoria y recordemos que los nuestros, con menos medios, con menos clases, con menos tiempo, con menos "...", nos dieron una gran lección de vida. Sí, nos educaron con el ejemplo, viviendo y haciéndonos partícipes cada minuto de convivencia, con su ejemplo, de la cultura del esfuerzo.


 ¡¡¡Cuánto nos dieron y nos enseñaron y qué poco tenían!!! 

Perdón, error, materialmente no tendrían mucho, pero en valores, sacrificio, amor, capacidad de trasmitir cariño, lo siento, pero lo tengo clarísimo, nos ganaban por goleada. 

Para terminar, no quiero decir que sobren actividades para que nuestros hijos aprendan, se diviertan, hagan deporte y se relacionen con otros herederos de su edad, no, sino que debemos esforzarnos en gestionar su educación para transmitirles unos valores y en definitiva un aprendizaje que les prepare ante un mundo que en realidad no está basado, ni de cerca en los cuentos de hadas de las películas de dibujos que todos conocemos, sino todo lo contrario.

Gracias, PAPÁ, porque lo que soy te lo debo en una gran parte a tí, y sobre todo, gracias por cómo en silencio y a través de tus maratonianas jornadas me transmitiste esos valores tan importantes ya comentados y desde aquí me comprometo, Dios mediante, a intentar en la medida que pueda transferirlos a tus nietos.




Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 2 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.


El vídeo de la semana: EL EJEMPLO DE UN PADRE


Nota: No me olvido de las José,  los cumpleañeros del 18 (Pedro y Mario), y cómo no, de Gema que se está recuperando de su operación y de Jorge, que se recuperará sin duda alguna de la suya; y de todos los padres, lo se, no es fácil, pero el serlo nos da fuerzas en todos y cada uno de los momentos complicados que nos da la vida. Por ellos, nuestros hijos, merece la pena.

2 comentarios:

  1. Gracias Edu!! Ahí estamos poco a poco!

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado mucho esta entrada del blog, ha sido muy bonito todo lo que has dicho.

    ResponderEliminar