UTOPIA: MOTOR DE NUESTRAS VIDAS

"Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra"

Gabriel García Márquez (1927-?) 

Escritor colombiano.

Esta semana hemos tenido unos días de descanso por el puente de la virgen de Agosto y gracias a ello hemos podido disfrutar más con nuestros hijos, ya que de ellos no es que disfrutemos menos cuando tenemos que trabajar, sino que en este caso disfrutamos "de ellos, pero  con ellos".

Y por una parte da tiempo a analizar como son y porque actúan de esta manera y no de otra. Por un lado siempre tienen ganas de avanzar, continuamente se ponen metas a conseguir y siempre, siempre, siempre cuando consiguen algo, en ese mismo instante se imponen y piden una cosa más. 

A veces criticamos esta actitud, y entendemos que deberían conformarse con las normas que les imponemos. La verdad, también como buenos padres, les intentamos preparar para lo que la vida les va a recibir: recursos limitados y fuertes golpes tras no conseguir lo que se les antoje en cada momento. 

¡¡¡Pero ellos, si pueden nos piden la luna!!!

Pero por otro lado, y tras pensar un poco a más largo plazo, no podemos permitir que nuestros hijos crezcan con la idea de que para ser un buen ciudadano se debe ser conformista. Sí, es verdad, no pueden ser egoístas y pretender que todo lo que pidan se les conceda sin ningún esfuerzo, sin ganárselo. Pero formando en el esfuerzo, la inteligencia, y con la motivación necesaria para mejorar día tras día  no estamos restando nada en su futuro, todo lo contrario; además que para cambiar todo lo que nos está pasando los vamos a necesitar impulsando transformaciones sociales que sólo serán promovidas por personas fuertes y con ganas de evolucionar hacia un mundo mejor, marcándose metas cada vez más arriesgadas y casi inalcanzables, además de formar una comunidad recta, honorable y con ganas de acabar con la corrupción que hoy está tan a la orden del día.

Además, hace unos días, en un concierto de un cantante conocido que le gusta a mi señora, y por que no decirlo, no me disgusta a mí tampoco en unas de esas charlejas que se marcan los artistas entre canción y canción nos decía lo siguiente:

"Mi mamá me dijo cuando le dije que quería ser cantante que no lo hiciera, qué estudiara una oposición, que la música no tiene futuro, que no me iba a ganar la vida con eso, que la música era una utopía. Pues bien, yo no pude contestar en el instante, ya que a las madres para hacerles cambiar lo que te dicen tienes que decirles las cosas de una manera clara y con una serie de premisas convincentes. O sea, que a las mamás no les valen las milongas. Bueno, pues este aspirante a cantante se puso a investigar y encontró una forma de definir la utopía que fue la que le explicó a su madre. Mira, mamá, tú dices que la música es una utopía, y por ello, ahora mismito me ha dado más energía para ser lo que yo quiero, músico; le cuento que la utopía es algo que tenemos a unos metros en el horizonte y que como nos proponemos conseguirlo nos disponemos en el camino para alcanzarlo; lo que ocurre que cuando vamos a llegar, él mismo se retira a una distancia igual a la inicial y nos obliga a volver a replantearnos el alcance y continuar caminando. Una y otra vez, una y otra vez...

Entonces, la utopía es el motor, es las fuerzas para caminar, e incluso podríamos decir que es el propio camino, y por ello yo quiero ser cantante, más que nunca..."

No sería justo hablar de Utopia y olvidar "La Republica" de Platón, "La ciudad de Dios" de Agustín de Hipona y "Utopia" del renacentista Tomás Moro; para mí las perlas escritas sobre este bello tema. Desde aquí mi humilde homenaje a estos tres grandes pensadores.

Para terminar, los adultos deberíamos imitar a nuestros hijos, algunos buscando la utopía en el desarrollo personal, otros en nuestras parejas, otros en la familia, en el crecimiento en la empresa, en nuestros hijos, en la publicación del blog semanal, en el desarrollo de conocimientos, en curarnos de una enfermedad, en conseguir unos cromos del albúm del año, en la pintura de un cuadro, en la lectura de un libro, en la visita a un museo, en el paseo en bicicleta con los nuestros... todos lucharíamos por llegar a nuestro horizonte particular, y malo el día que dejemos de caminar hacia el mismo.

Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 1 minutillo a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.

El vídeo de la semana: ¿PARA QUÉ SIRVE LA UTOPÍA?

Nota: Pues aquí está, para mi precioso el significado de UTOPÍA. Pedir con fuerza que nunca nos falte y tanto en nuestras vidas familiares, como en las laborales todos tengamos esa UTOPIA horizonte que nos permita seguir, día tras día, año tras año, mejorando con los nuestros y cuasialcanzando al horizonte que se nos aleja cada vez que estamos a punto de alcanzar...