"Estuve buscando fuera de mi para encontrar la fuerza y la confianza pero éstas provienen de adentro. Siempre han estado allí."
Anna Freud
Muy complicado semestre el que hemos dejado atrás, sí, muy complicado.
La verdad es que queda lejos el 2007 y según hemos ido comprobando año tras año nuestra mente, nuestros cuerpos y sobre todo la mayoría de nuestras empresas ni se esperaban ni estaban preparadas para una larga, larguísima crisis que ni acaba, ni cesa, sino que para muchos sectores incluso golpea con más fuerza. Esta parte es relativa, ya que existe la posibilidad que los que la recibimos ahora estamos mucho más debilitados que hace 6 años y por ello nos de la impresión que el tsunami es mayor.
Por otro lado, por muchas nuevas ideas que tengas, muchos nuevos proyectos que intentes, cambios de gestión que incorpores en la organización, al final, da la impresión que el Mercado (o mejor dicho, la falta del Mismo) te condena a no consolidar el proyecto en el que todo el equipo cree y está convencido que es el camino para triunfar.
Al hilo del tema, el finde pasado, en una cena con unos amigos al inicio de semana, la conversación derivó en un viaje inminente que iban a compartir con parte de su familia más cercana. Surgieron durante la charla las vivencias en los primeros viajes lejos de casa por motivos laborales y a hablar de experiencias vividas al viajar a estos lugares desconocidos y lejanos.
Se comentó cómo de insignificantes nos sentimos cuando estamos en alguna ciudad de algún país muy distante, además de sentirte no conocido por la multitud de personas extrañas que te rodean (a veces incluso sin poder comunicarnos debido a no conocer el idioma del país).
La sensación es que si te ocurriera algo, en ese momento, en ese país distante y rodeado de tanta gente para la que no existes, no habría ningún tipo de interferencia en sus vidas, sus proyectos, etc...
O sea, somos muy, muy pequeños e insignificantes.
Pero de repente, todo cambió, ¡plash! parecía que nos habían despertado de ese ambiente de negatividad (el recuerdo del accidente del tren en Santiago todavía estaba presente en nuestras cabezas) y la conversación se tornó 180º totalmente hacia una sentimiento de la importancia que teníamos para muchas, pero que muchas personas de nuestro entorno.
Sí, eramos importantes para nuestros hijos, padres, hermanos, familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, socios del club, competidores, contactos de redes, etc...
Y es verdad, estamos interactuando cada vez con más personas, dependemos de ellas, pero por ende, ellas dependen de nosotros...
Por todo, he de decir que debemos de sentirnos grandes, grandes e importantes y sí, existen muchas, muchas personas que en mayor o menor medida dependen de nuestros pensamientos y acciones por lo que tenemos la obligación de no decepcionarlos, y lo que es más importante, debemos de actuar sin decepcionarnos a nosotros mismos, como principio.
Lo mismo ocurre en nuestras empresas, departamentos, oficinas.... Somos muy importantes para nuestros colegas, y sobre todo para nosotros mismos y nuestro futuro. Debemos actuar como tal y sí que tenemos una gran responsabilidad en todos y cada uno de nuestros actos por lo que debemos de cambiar el "ZOOM" de nuestro enfoque y reaccionar trabajando para conseguir confiar en la persona más importante de nuestra vida.
La verdad es que queda lejos el 2007 y según hemos ido comprobando año tras año nuestra mente, nuestros cuerpos y sobre todo la mayoría de nuestras empresas ni se esperaban ni estaban preparadas para una larga, larguísima crisis que ni acaba, ni cesa, sino que para muchos sectores incluso golpea con más fuerza. Esta parte es relativa, ya que existe la posibilidad que los que la recibimos ahora estamos mucho más debilitados que hace 6 años y por ello nos de la impresión que el tsunami es mayor.
Por otro lado, por muchas nuevas ideas que tengas, muchos nuevos proyectos que intentes, cambios de gestión que incorpores en la organización, al final, da la impresión que el Mercado (o mejor dicho, la falta del Mismo) te condena a no consolidar el proyecto en el que todo el equipo cree y está convencido que es el camino para triunfar.
¡Qué insignificante te sientes y como se empequeñecen tus fortalezas como organización respecto a la Macro que nos domina!
¡Cuantas horas de construcción de un modelo y energías consumidas de diseño, planificación, convencimiento, realización, seguimiento, convencimiento, reconfiguración, etc...!
Y llega el No Mercado y te liquida cual castillo de naipes.
Bye, bye, project.
Se comentó cómo de insignificantes nos sentimos cuando estamos en alguna ciudad de algún país muy distante, además de sentirte no conocido por la multitud de personas extrañas que te rodean (a veces incluso sin poder comunicarnos debido a no conocer el idioma del país).
La sensación es que si te ocurriera algo, en ese momento, en ese país distante y rodeado de tanta gente para la que no existes, no habría ningún tipo de interferencia en sus vidas, sus proyectos, etc...
O sea, somos muy, muy pequeños e insignificantes.
Pero de repente, todo cambió, ¡plash! parecía que nos habían despertado de ese ambiente de negatividad (el recuerdo del accidente del tren en Santiago todavía estaba presente en nuestras cabezas) y la conversación se tornó 180º totalmente hacia una sentimiento de la importancia que teníamos para muchas, pero que muchas personas de nuestro entorno.
Sí, eramos importantes para nuestros hijos, padres, hermanos, familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, socios del club, competidores, contactos de redes, etc...
Y es verdad, estamos interactuando cada vez con más personas, dependemos de ellas, pero por ende, ellas dependen de nosotros...
Lo mismo ocurre en nuestras empresas, departamentos, oficinas.... Somos muy importantes para nuestros colegas, y sobre todo para nosotros mismos y nuestro futuro. Debemos actuar como tal y sí que tenemos una gran responsabilidad en todos y cada uno de nuestros actos por lo que debemos de cambiar el "ZOOM" de nuestro enfoque y reaccionar trabajando para conseguir confiar en la persona más importante de nuestra vida.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 4 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
El vídeo de la semana: LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA
Nota: No desfallezcáis vamos a salir y lo haremos iniciando la remontada confiando en nosotros, nuestro proyecto y nuestro entorno. Pero no va a ser fácil por lo que tendremos que mantenernos más que nunca unidos ante la adversidad.
No me ha gustado la primera parte de esta entrada por lo que no quiero que desfallezcas nunca más, tu eres la locomotora de este tren y si a la locomotora le falta carbón, el tren se para. Pide carbón si lo necesitas los demás estamos para arrimar lo.
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