"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 31 de agosto de 2025

ESTO NO VA SOLO DE TOCAR NOTAS

"Solo en contadísimas ocasiones encontramos a alguien 

a quien podamos transmitir nuestro estado de ánimo con exactitud, 

alguien con quien podamos comunicarnos a la perfección. 

Es casi todo un milagro, o una suerte inesperada, hallar a esa persona"


Haruki Murakami (1949-?) 

Escritor y traductor japonés




Fue un privilegio poder asistir a la Master Class y aprender de Ben mientras le orientaba de lo que realmente era importante para dar el salgo. Me hizo pensar.

Sabíamos y le dijo claramente que estaba a gran altura a nivel de técnica; era una gran profesional. Esfuerzo, tenacidad, resiliencia, dedicación, seriedad; nada podía ser mejorado. En un momento le dijo que era nivel super-estrella.

Pero lo que tocaba no era lo que quería el compositor porque al final de todo, no era capaz de transmitir. Le explicó cómo el  compositor estaba enfadado al escribir la obra. Su mejor amigo había sido asesinado por sus ideas. Y si no contaba eso, no estaba interpretando lo que quería.

Trabajaba mucho para no fallar en la notas, eso sí. La pieza era difícil y su técnica envidiable., por lo que ella no quería desafinar, e intentaba no fallar ni una nota.

Pero ese no era el propósito. La meta era llevar hasta la gente lo que el compositor quería transmitir. Para eso compuso su obra. Quería inmortalizar una época, una injusticia, un momento de su vida. Terror, miedo, una situación sin salida. La policía política de la época quería encontrarlo y matarlo. Y a sus hijos también. Ese era el plan.

Y siguiendo el plan Be le mandó practicar no la elegancia, sino la ira. Pero no le había entendió durante la jornada de ensayos, y necesitaba que diera más.

Tras no gustarle lo que veía, le dijo que no tenía que dejar de ensayar. de ser agradable. Pero de nuevo le pidió algo más, que en resumen era que entendiera que no se trata solo de practicar notas, sino conectar con la orquesta. generar pasión y transmitir lo que el pueblo ruso, que estaba detrás, sentía. Angustia, acorralamiento, miedo, enfado. 

Sí, cuestión difícil y una meta grande. "Esto no va solo de tocar notas".- pensé yo. Entendí que la audiencia no puede entender el mensaje si los músicos no transmiten. Lo de las notas y no desafinar deja de importar si te acercas a la meta. Al propósito. Y por mi parte pensé en modo empresa, departamento y en muchos profesionales individuales. Y pensé en cómo por encima de llegar e irse a tiempo de su puesto, ser muy profesional en las respuestas, conocer muy bien la técnica de su trabajo, no dejar nada de lo suyo sin responder, y muchas cosas más que se hacen de manera correcta (tocar bien las notas sin desafinar), más allá está en acercarse al propósito y a las metas que la empresa como ente superior le propone.

Pensé en grandes técnicos, comerciales, compradores, informáticos, financieros, administrativos. Sí, conocen su oficio, tienen una experiencia reconocida, cumplen con toda norma que se les ponga por delante, pero... a la hora de generar avance hacia lo que la empresa entiende como meta, nada de nada. No se mueven para salir en la foto colocados, peinados, correctos y en estado de revista, vale, pero dónde queda la innovación, la creatividad, el trabajo en equipo y la pasión por conseguir algo por encima de descontar los días, las jornadas, entendiendo que el proyecto no va con ellos, sino solo la nota de corte que les indicará un aprobado por los pelos, pero nada más que eso.

Seguí pensando en cómo contar al cliente lo que sentimos, la historia, y la verdadera oferta de valor. Cómo caminando hacia la meta con un objetivo común y más grande empieza a importar menos el error puntual, porque lo que verdaderamente importa es todo lo que se ofrece de manera global y conjunta que se convierte en un elemento de unión inigualable y alcanzable, a la vez de difícil imitación.

Y le hizo tocar de nuevo. Y empezó a incomodar al público presente. Se acercó, porque lo hizo con sentimiento. La gente que escuchaba empezó a sentir algo distinto, en realidad estaban conmovidos... Había empezado a entender y había dejado su forma educada de tocar, y salió de la caja. Tenia voluntad de cambiar. Ben estaba contento pero le dijo que no había llegado a la meta. Que la audiencia lo sabía y le pediría más. Pero ese era el camino. 

La pregunta final con la que terminó: ¿estás dispuesta a seguir el camino? Porque tomará mucho esfuerzo. Mucha presión de la sociedad, de compañeros, en la escuela, en la familia, de los competidores, y de los rankings, etc...

Todo parece y parecerá un sinsentido, pero eres un animal al que quieren cazar, al que no le importa la nota. Tu trabajo es hacer grande a la pianista de repertorio mientras tú tocas. a la orquesta cuando llegues a tocar con la orquesta, para que la audiencia escuche de verdad la historia contada por el compositor. 

Y yo llegué a casa pensando en intentar hacer que los músicos en nuestra compañía trabajaran transmitiendo esa pasión necesaria para hacer grande al compañero, a la empresa, e intentar que  los clientes y el sector entendieran la historia que nuestra propuesta quería contar en forma de proyecto.

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