"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 10 de enero de 2021

VICTIMISMO Y AFRONTE DE LA CULPA

"La manera en que una persona toma las riendas de su destino 

es más determinante que el mismo destino"


Karl Wilhelm Von Humboldt (1767-1835) 

Político prusiano



Marcos era un buen tipo, pero desde su época de estudiante, incluso desde bien pequeño en el cole, su negatividad no presagiaba un derroche de futuro pleno de alegrías en el panorama de su vida.

Siempre entraba a la batalla cuasi-derrotado, y cuando le preguntabas, siempre era la parte débil, la cebra coja de la manada.

Ahora, aunque su gran amigo Germán había conseguido que se quedara con él en el departamento de almacén, a la hora de afrontar cualquier situación, que no deja de ser cualquier problema, aparece el paradigma de la culpa. Y lo malo es que no es un bicho raro, sino que la mayoría de humanos tiende a ponerse el traje de victima, culpando en todo lo que pasa a alguien, sea persona, cosa u holograma. La sabiduría popular, con refranes como la búsqueda de "chicos para echarle la culpa", demuestra que es mejor culpar al ajeno en lugar de auto-diagnosticarnos desde el punto de vista de la responsabilidad.

Si llego tarde, el semáforo en rojo es el culpable.

Si no salen los números, la calculadora.

Si suspendo el examen, el profesor con las preguntas rebuscadas.

Si no llego a tiempo, la película que se ha hecho eterna.

Si no consigo el objetivo, los de marketing.

Si los costes se disparan, los de producción.

Si tengo que rehacer el producto, los de calidad.

Si la empresa va mal, la crisis.

Si tengo un salario bajo, el sector que he elegido.

Y así, un largo etcétera de culpas, las cuales nos convierten en eso, víctimas de verdugos que se nos cruzan en el camino, allá donde dirijamos nuestras vidas, independientemente de la ruta o las decisiones que tomemos.

El tema es que poco podemos hacer para mejorar desde lo individual, si nuestro "modus operandi" es culpar a lo externo de nuestros males. Convertir el tema de la culpa a los demás y un entorno incontrolable orientado al 100% a hacernos el mal directamente a nosotros puede convertirse en una maliciosa norma. Una norma que puede ser, en un corto plazo, una especie de medicina que minimice nuestro dolor, pero no hay que olvidar que en el largo plazo nos emplaza a convivir con los problemas, sin ningún tipo de motivación a buscar soluciones a unos episodios negativos, recurrentes y que parece que nos persiguen mientras que a otras personas la vida les sonríe en situaciones parecidas.

¿No jugamos con las mismas normas? ¿Las leyes son diferentes para los demás?

Pero tras una larga conversación entre Germán y Marcos, éste último no estaba dispuesto a seguir viviendo de la misma manera. 

Su vida tenía que cambiar y el timón tenía que cogerlo él, sin esperar a que su destino navegara como un barco a la deriva a expensas de lo que la caprichosa mar dictara, sin más.

Sabía que no era fácil, pero tendría que hacer un gran esfuerzo de humildad desde ahora en adelante; tendría que aceptar y por qué no, asumir la responsabilidad de las circunstancias, sus circunstancias, y ser lo suficientemente valiente para generar iniciativas y tomar decisiones para dirigir su vida, construyéndose a sí mismo retos que le permitieran afrontar de manera proactiva los siguientes capítulos de su libro, salvando los diferentes obstáculos que el camino le prepararía y demostrando al mundo, pero sobre todo a sí mismo, el poderoso y mágico poder de la elección personal, que aunque no lo parezca, existe y todos tenemos la llave para usarlo mientras caminamos por la senda de la vida.

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