"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 12 de abril de 2020

LA FUTURA SOCIEDAD "AGILE" QUE ESCRIBIRÁ UN MUNDO MEJOR

"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo 
una gota en el mar, 
pero el mar sería menos si le faltara una gota"

Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) 
Misionera de origen albanés naturalizada india



Releyendo sobre organizaciones "Agile" y cómo éstas deberían ser, me rondaba por la cabeza cuánto y qué se podría aplicar para esta nueva era que nos tocará escribir a toda nuestra generación, con las que vienen, tras este pulso que nos ha donado la vida.

Es momento de reinventarnos radicalmente como sociedad. No son tiempos de egoísmos, sino de personas solidarias y de buena gente.

La nueva era definirá cómo estaremos organizados y cómo consumiremos y abrazaremos nuevas maneras de relaciones, las cuales envolverán nuevas metas, nuevos principios y valores, así como nuevos liderazgos basados en el amor por los otros desprendiendo una sincera confianza.

Muchos son los principios que modelarán nuestro futuro, pero es muy probable que todos puedan resumirse en tres leyes básicas que deberán ser muy tenidas en cuenta, antes de liberarnos a nuestro ser, salir a la calle y reunirnos fuera de las pantallas, con los nuestros, con toda nuestra red.

En primer lugar, no podemos afrontar los mastodónticos problemas o los muy complejos sin una buena dosis de encajarlo desde lo pequeño. Lo individual, al igual que nuestro aislamiento, suma y mucho. Salvar vidas y hacer feliz al prójimo va de trabajar en pequeño. Por eso, a esta ley la llamaré LA LEY DEL PEQUEÑO EQUIPO. 

Toda nuestra vida debería ser trabajada en pequeña escala, con ayuda a veces de equipos autónomos y multifuncionales que piensen en conseguir ciclos cortos y relativamente pequeñas tareas, las cuales puedan volcarse en conseguir aumentar la calidad de vida de nuestro entorno, de personas próximas, y que por efecto contagio, si todos nos abandonamos a la solidaridad que nos exige nuestra efímera existencia, a todas las personas de este pequeño mundo global.

Se trata de fragmentar esos mega-problemas en mini-componentes, piezas manejables.

Por otro lado, al igual que una organización "Agile" se centra en los clientes, LA LEY DE LA GENTE, en la nueva sociedad cuyo camino está aún por recorrer, hará que todo el mundo se obsesione por generar valor en las personas; la sociedad, tras el varapalo, tendrá en su horizonte la clara visión de buscar lo que necesita su prójimo, y cumpliendo con darle lo que éste requiere, generará valor añadido y aportará su granito de arena al bien en el mundo. La familia deberá ajustar todo (principios, valores, sistemas de relación, comportamientos, etc...) para que la convivencia, la solidaridad y el dar antes de pedir, genere crecimiento, alegría y felicidad en el que lo necesite. Además, lo superfluo deberá ser desterrado de nuestras vidas.

Al contrario de ejemplos actuales que estamos viviendo a día de hoy, intentando quedarnos con material sanitario que no es nuestro (países y gobiernos completos), la tercera ley promoverá que veamos al mundo como UNO. Se puede bautizar como la LEY DE LA RED, y no es sino todo lo contrario a levantar muros, reforzar las fronteras y afianzar el egoísmo por raza, país o clase social...

Esta ley inspirará a la buena gente a ver el mundo como una organización única, como una red interactiva, transparente, confiable y fluida de ciudadanos libres dispuestos a colaborar por y para una meta común que destroce las manos de tantos que aplaudirán, tras ver tanta colaboración desinteresada. La solidaridad creada por la necesidad de la crisis,  de la Pandemia 2020, pasará a ser un hábito no de los héroes y heroínas de hoy, sino de la humanidad al completo. 

Y no significa que la organización de la sociedad deba de dejar de ser jerárquica allí donde se requiera. Pero sí que en cada problema, en cada desafío, la jerarquía deberá ser empoderada según conocimientos y competencias en lugar de basada en la autoridad. Los problemas deben resolverse desde el conocimiento, y no desde el poder (a veces excesivamente ignorante).

La humanidad, tras la lección aprendida, debe operar bajo el espíritu de la Unicidad, deseando tener una comunicación dinámica e interactiva para lo bueno, generándose conocimiento dentro y fuera de nuestro entorno, dónde todo el mundo pueda y deba hablar con todo el mundo y las ideas, las propuestas y los avances puedan llegar a cualquier parte y venir desde cualquier lugar. De esta manera, las decisiones estarán tomadas en base a quién está mejor situado (por conocimiento) para tomarlas, no por ostentar el sillón que las circunstancias hayan dispuesto. 

La red, de esta manera, no será con forma definida, sino que irá conformándose a medida que los problemas y la vida lo requieran. La sociedad no peleará por imponer su sistema favorito de poder político, sino que la flexibilidad que un mundo cambiante requiere será respondida por un sistema de gestión camaleónico simplemente basado en la generosidad y el conocimiento de todas sus partes.

Merece la pena anotar que no se trata de tener procedimientos y leyes rígidas que quedarán obsoletas cada semana, por no decir cada día, sino que el nuevo mundo de la Sociedad "Agile", siguiendo las tres leyes del pequeño equipo, de la gente y de la red conseguirá crear nuevas sendas, nuevas relaciones y convertir a todas las personas de este mundo, nacionales o foráneos, independientemente de sus creencias y valores, en auténticos amigos de nuestra red, de nuestro mundo.


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