"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 2 de febrero de 2020

CON ALAS PERO SIN PERMISO PARA VOLAR


"El poder más peligroso es el del que manda pero no gobierna"

Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) 
Escritor español.



La verdad es que cuando me retiré de la reunión con Ernesto no entendía cómo Javi no era capaz de rendir tal y cómo lo había hecho en el anterior puesto en el que lo había conocido.

Realmente, a su jefe se le llenaba la boca de "empowerment", potenciación, empoderamiento, y no se cuantos sinónimos más, pero antes de llegar a hablar con Javi, mucho me temía que todo se había quedado en algo como: "toma las alas y cuidado con extenderlas para volar, que te las corto rápidamente".

Y es que no sólo se trata de delegar una parcela de nuestro trabajo, sino de capacitar al profesional para que sea el propietario de todo lo que se supone debiera ser su responsabilidad. Lo complicado, a mi criterio, es que esto no va sólo de encargar tareas, sino de encargar responsabilidades. Esto va de generar un ambiente de trabajo con la justa autonomía para que el profesional pueda conseguir sus metas, con margen de decisión, investigando cómo puede sacar su proyecto adelante y cómo puede ir desarrollando su faceta profesional.

Pero como me temía, es más sencillo usar la palabra empoderar que llevarla a la práctica. 

Por todo, camino de la reunión con Javi, el pájaro que había dejado de volar, me preguntaba si Ernesto había incluido el tema del "empowerment" en un verdadero proceso de cambio en su empresa. Me preguntaba si su forma de liderar había conseguido que Javi y otros empleados fueran más profesionales, más capaces y más dueños de su propio trabajo. En definitiva, mis pensamientos intentaban contestar a si ese jefe delegaba, capacitaba y motivaba de verdad.

Y Javi me fue respondiendo a las preguntas, durante la reunión, poco a poco. Siguiendo con la analogía del pájaro, me dijo que sentía que le habían donado unas grandes y funcionales alas, abierto la jaula donde se encontraba e incluso abierto la ventana de la habitación donde ésta se situaba. Pero, ay amigo, cada vez que decidía volar y salir de la jaula, juicios, reproches, desautorizaciones y broncas caían sobre él sin mesura, haciendo que se quedara recogido y quieto, cumpliendo el expediente, esperando que el tiempo pasara, el mes concluyera, el año cayera...

La delegación es indispensable en un proceso de empowerment, pero Javi sentía como que no se le dejaba control sobre las áreas que dirigía. Además, no tenía acceso a la información, tema relevante para poder sentirse dueño de sus decisiones, no participaba en algunas reuniones esenciales para el desempeño de su puesto y no tenía, dentro de unos límites, ninguna libertad para decidir qué recursos necesitaba y cómo invertirlos.

Tampoco gozaba con ninguna libertad para organizarse, ni en métodos ni en horarios. Se le pedía creatividad, pero le ataban a un rígido horario y espacio geográfico para trabajar. La flexibilidad no era la principal herramienta que usaba Ernesto dentro de su diccionario de habilidades para el empoderamiento.

Para mi era suficiente, por lo que le pregunté por la capacitación. Creo que incluso los ojos se le rasaron de agua, mientras me miraba con tristeza. Nada sabía Javi de formación y entrenamiento desde que había alcanzado esta posición en la empresa. 

Él sabía que un plan de carrera debería empezar con ésto, pero tras la primera reunión en la que le indicaron el ascenso, y algo escuchó, nada más había sabido sobre este tema vital. Alguna vez iba a algún seminario que pensaba que podía interesar, pero Ernesto nunca le ayudaba a elegir el tipo de información que necesitaba para conseguir las metas marcadas. 

Echaba de menos la formación entendida como trabajo en equipo con diferentes directores o incluso con su jefe, aprendiendo de la cultura de la empresa, y enfocando su trabajo a aportar valor a la marcha de la compañía.

Por último, echaba de menos que le dieran oportunidades, sin lo que no era posible conocer su potencial. Por contra, cada vez que asomaba la cabeza, ¡pum!, golpe. 

Volví a casa callado, tal vez un poco triste, pensativo...

"Se entiende que el entrenamiento debiera ir de retar a tu pupilo. Si llega a alcanzar una meta, quizá se le pueda proponer un reto mayor. Si no es bueno en algo, puede que si lo sea en esto otro. En definitiva, probar sin grandes experimentos que cuesten la vida de una persona, o de una empresa, para que nuestra gente pueda practicar un poco por encima de sus marcas, procurando que nuestros mandos y plantilla crezcan profesionalmente. Sólo así crecerá nuestro negocio, o eso al menos creo yo".


Y el pájaro, con alas pero sin permiso para volar, con los ojos vidriosos, pasaba el día no sólo pensando cómo salir de la jaula, sino planeando cómo cruzar la tormenta que le esperaba si iniciaba el camino para traspasar la ventana, para conseguir la libertad.


Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.


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