"Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta"
Proverbio latino
Proverbio latino
"La vida se vive hacia adelante y se entiendo o explica hacia atrás".- Con esta frase iniciaba la charla informal que mantuvimos con Pedro, el primer jefe de mi amigo Jesús.
Y es que Jesús iba para profesor, cuando en la empresa de su padre donde echaba una mano en el almacén, aquellos veranos en la etapa del instituto, Pedro se dio cuenta que Jesús valía, y mucho, para todo lo relacionado con la cadena de suministro. Y desde entonces, sus estudios primero, y su carrera después, siempre estuvieron relacionados con la ingeniería y las operaciones.
Para nuestro contertulio eran importantes las aptitudes, y por supuesto también la actitud (que clasificaba como vital), pero siempre entendía como clave la presentación en la vida de la "OPORTUNIDAD". Además, no todo el mundo decide subirse al tren; incluso a veces, ni lo vemos...
Es fundamental pulir nuestro talento, y con sacrificio, esfuerzo y trabajo, a través de la conducta, pasar de hábitos nocivos a hábitos saludables.
Pero cuando estudiamos a personas de éxito, siempre, con mucha probabilidad, encontramos personas currantes y muy comprometidas.
Y si miramos alrededor, en su entorno y en sus colaboradores, encontramos también personas que combinan eso, talento y trabajo. El talento atrae talento.
Pero para Jesús, la aparición de Pedro y el olfato del mismo, sumado a la petición de consejo de su padre al "jefe", ahora se podía explicar como Su Momento, su punto de inflexión.
A resaltar que una vez terminados los estudios, Jesús fue creciendo en su empresa (antes fue la de su padre), siguiendo principalmente los consejos que su antecesor le había regalado: arriesga, trabaja y sé honesto.
"Forma a los tuyos para que te puedan sustituir".- le repetía también cuando sus ascensos significaban liderar cada vez equipos más talentosos.
Y seguir este consejo la había servido siempre, ascenso a ascenso, desde la época temprana de estudiante e incluso ahora que iba a dirigir esa empresa que le dio la oportunidad. Había entendido lo dañino de trabajar para ser imprescindible respecto a dejar que vuelen, enseñar y ser capaz de progresar en la empresa debido, entre otras cosas, a que tenemos el relevo preparado en la lista que forman nuestros más cercanos colaboradores.
Hoy, me hago esta pregunta al respecto:
¿Cuántos de los nuestros nos pueden sustituir?
Y una duda me persigue a la hora de afrontar cómo dirigir:
"Ser imprescindible o dejar que vuelen"
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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