"El arte del descanso es una parte del arte de trabajar"
John Steinbeck (1902-1968)
Escritor estadounidense
Ni que decir tiene que cada vez estamos más conectados con y entre nosotros. Ordenadores, tablets, smartphones, relojes inteligentes, etc...
Nos controlamos (entre usuarios) y nos controlan por minutos, qué digo, por segundos; nadie mejor que nuestros colaboradores/partner digitales de aplicaciones y software es capaz de conocernos (ni nosotros mismos sabemos tanto de nosotros, por supuesto).
Además, controlan lo que debemos hacer, ya que nos miden, por ejemplo, si estamos terminando "nuestros círculos" para motivar nuestro estilo de vida, y si no... ¿¡nos castigan o se enfadan!?
Y esa hiperconexión provoca que actualmente existan medios de estar en contacto con la información de la empresa de manera casi constante. Redes sociales, e-mail en el smartphone, aplicaciones de mensajería instantánea...
No, no nos hemos ido de vacaciones sólo con nuestros amigos o con la familia. La verdad nos hemos llevado la oficina en la mochila o lo que es peor, en el bolsillo o en la muñeca.
Y surge la eterna pregunta: ¿tenemos derecho a la desconexión digital? ¿es necesario legislar sobre ello?
O simplemente, deberíamos nosotros mismos ponernos unas sencillas normas y sobre todo, cumplirlas para que también, como muchos comentan, la vuelta al trabajo no sea un trauma casi insalvable debido al retraso y la acumulación de tareas.
Toca reflexionar y como siempre, cada maestrillo debe tener su librillo, y el prueba-error no debe faltar para mejorar el proceso hasta llegar a lo óptimo.
Ahora os dejo, en modo de sencillas reglas, una serie de consejos que leí hace tiempo y pueden hacer del periodo vacacional un tiempo de relajación poniendo la tecnología a nuestro servicio, y no al contrario.
En un principio, si estás un par de semanas fuera del trabajo, puedes disfrutar de un modo "on restringido". Esto significa que tú eres el que determina uno o varios momentos del día (con una duración determinada de antemano) en los que te conectarás para realizar gestiones básicas como lectura del correo electrónico, llamadas a tu colaborador más cercano, etc... En este tipo de conexión controlada debes de aprender a priorizar, no sobrepasar el objetivo y el enfoque de hasta donde llegar y nunca excedas la duración predeterminada; si no, estás perdido.
Un segundo modo a gestionar en vacaciones sería el de la "desconexión controlada". En este caso se deben crear tiempos y periodos de descanso totalmente obligatorio en los que no existen aparatos electrónicos capaces de generar ningún tipo de contaminación informativa tecnológica. Son tiempos contigo, con los tuyos, con la naturaleza, etc...
Mientras comes, caminas, tienes tertulias en grupo, disfrutas de la tumbona ante el mar o en ese mirador de montaña, nadie ni nada (aunque sea un cacharro de más de 600 €) debe ser capaz de enturbiar tus momentos de paz. Estás reseteando y tu mente y cuerpo te lo agradecerán.
Como tercer consejo a la hora de hacer la maleta, decide qué y cuántos aparatos con conexión (minimización de gadgets conectados) necesitas en tus vacaciones. Está claro que la propuesta es, cuantos menos mejor y si pueden ser de los que se quedan en la mochila o en el maletín en el alojamiento para sólo mirarlos en los momentos modo "on restringido", mejor que mejor. En este punto, también es de recibo eliminar alarmas y notificaciones que te tientan a abrir correos, mensajes o devolver llamadas mediante globos, notas, sonidos y cambios de colores en los diferentes dispositivos. Lo bueno en este caso, es que cuando llegas a la noche, a tu momento "on", te das cuenta que el mundo sigue rodando, tu empresa sigue funcionando y lo mejor, tu no te has aburrido sin intervenir en todo, sino al contrario, has disfrutado mientras que cargabas las pilas para el resto del ejercicio.
Si puedes, en cuarto lugar, tómate un par de días en modo "total off". Hazlo mediante una excursión a un lugar en los que no llegan datos o apúntate a alguna actividad o deporte en el que se obligue a no llevar dispositivos electrónicos. Nuevamente, de manera casi mágica, el mundo sigue girando... Sigue girando... Y sin tus intervenciones vitales salvadoras.
Por último, en caso de que vayas mal de datos, busca sitios sin cobertura y sin wifi. Y si lo hay, no lo pidas. Al principio puede parecer duro, pero si no puedes conectarte, poco a poco, te olvidas de las fotos y de la gente que está muy lejos y comienzas a hablar y relacionarte con los que están alrededor de tu mesa. Este punto es espectacular, ya que sin darte cuenta, poco a poco, reconoces a gente muy cercana que quiere hablarte y escucharte como son tu mujer o tu marido, tus hijos, tus mejores amigos...
Genial y gratificante cuando descubres que a tu lado hay gente cercana que puede decirte cosas como "fotaza", "me gusta", "cuéntanos otra vez esa historia de cuando..."
Sólo rematar que cada uno tenemos que tener, poco a poco, nuestro librillo para afrontar el síndrome de la desconexión, pero que las vacaciones deben ser un punto de equilibrio entre el descanso y el disfrute de/con los tuyos, por lo que merece la pena intentarlo.
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario