"No hay nada que pueda quitar la libertad a un hombre salvo otros hombres.
Para ser libre, un hombre debe ser libre de sus hermanos"
Ayn Rand(1905-1982)
Filósofa y escritora ruso-estadounidense
Una de las principales tareas, y no menor, a las que nos enfrentamos los directores, jefes y gestores de medianas (y no tan medianas) empresas es intentar resolver el problema de la tensión entre la potenciación en las decisiones de los empleados (el famoso empowerment) y la disciplina operacional.
Hoy, para mantenerse y crecer, es necesario disponer de un régimen de gran confianza en/con los empleados para que piensen y actúen de forma independiente y a la vez, en nombre de la empresa. La libertad es usada, o debería ser así, para mejorar y hacer crecer a la compañía, mejorar las actuaciones en el mercado y en los procesos internos de la empresa, así como desarrollar mejoras constantes en la política del personal y de la propia entidad.
Por todo lo dicho, me encantó la estructura de las tres "P" que sugiere Ranjay Gulati.
Se trata de equilibrar libertad y control, empowerment y following, a través de tener bien definidas y actualizadas las 3 "P" que inician los conceptos Propósito, Prioridades y Principios.
Entendemos Propósito, como una meta única compartida por y con todos, que resume el verdadero por qué de la empresa. Este Propósito, debe proveer una única dirección y un único significado a todo lo que la empresa y los empleados ejecutan.
Las Prioridades, por su parte, son y deben ser las normas de comportamiento que dan reflejo a las metas de la empresa. Los intereses estratégicos de la empresa permiten a los empleados actuar acordemente y enfocarse en cada momento, de forma apropiada y según a los recursos de los que dispone la empresa.
Por último, los Principios, un conjunto de reglas operativas que hacen aflorar hacia el exterior, con acciones claras y bien definidas, el Propósito y las Prioridades, los cuales ayudan en el enfoque a los empleados a decidir entre tantos y razonables posibles caminos en su día a día. Los Principios incluyen procedimientos, guías y posibles límites de actuación.
Aviso para navegantes y cuidado con la excesiva rigidez de los principios, el intento de exceso de precisión y la formulación de guías tediosas y casi imposibles de seguir por parte de los empleados. Esto matará el proyecto, no lo dudéis...
Y como siempre, atención a la revisión y adaptación de los Propósitos y Prioridades. ¿Desde cuando sin revisar? ¿Son de este siglo? ¿Las ha diseñado el equipo actual o el abuelo fundador, allá por el siglo pasado?
Si ha pasado tiempo o si el líder actual es de otra generación, entonces deberíamos cuidar la revisión de las Prioridades y los Principios; y de inicio, redefinir el Propósito usando el conocimiento de nuestro capital humano; hay que apoyarse en los empleados operativos, en nuestros mandos intermedios y en nuestro núcleo directivo cercano.
Esta nuevo esfuerzo del equipo activo de Personas de tu organización, conectará nuestra misión y visión con la parte práctica de nuestro trabajo terrenal, además de legitimarlo a ojos de los empleados.
Peligro: caer en la burocracia o permitir disolverse como los proyectos marcados como puntuales.
El esfuerzo vital para el éxito de mantener el equilibrio entre la Libertad y el Control, y normalmente el fracaso de los que no somos muy constantes (la mayoría) es mantenerlo en el tiempo y dedicar grandes energías para mantener a la empresa (empleados y directivos) en el foco de las 3Ps, continuamente redefiniendo, evolucionando y alineando las mismas con las necesidades cambiantes de la compañía.
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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