"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 25 de junio de 2023

LIDERARSE A SÍ MISMO

"Los que sueñan de día 

son conscientes de muchas cosas que escapan 

a los que sueñan sólo de noche"


Edgar Allan Poe (1809-1849) 

Escritor estadounidense



Tuve la suerte de conocer a Ricardo en un congreso de jóvenes directivos en el año 2008, hace casi 15 años. Trabajaba en una empresa muy importante por aquel entonces pero llegado el momento decidió cambiar, y hoy ha desarrollado un proyecto de emprendimiento personal con lo que incluso tiene tiempo para dedicárselo a su familia, según me explicaba mientras compartíamos mesa y mantel.

Ricardo se dedica ahora a dar clases en una reputada Escuela de Negocios, además de colaborar con varias empresas formando parte de sus Consejos de Administración. Para mí, vernos de vez en cuando siempre me hace crecer, y sobre todo, me fascina que independientemente que la vida nos haya llevado por caminos tan diferentes, nunca he notado que esto hubiera supuesto un cambio de relación entre nosotros.

Me indicaba que no entendía cómo las empresas de hoy todavía se regían por dos principios para él arcaicos: jerarquía y segmentación funcional. Me hizo pensar en los retos actuales, retos multidisciplinares.

Al final siempre me hace repensar en la organización "agile". Diseñar la organización de forma diferente es la única manera de diferenciarse en este contexto actual. Siempre me indica que los equipos deben de tener mayor autonomía y mayor capacidad de ejecución, tomar decisiones por ellos mismos, y coincido con él en que una organización muy burocrática no ayuda al objetivo.

Por otro lado, el elemento de cohesión, el propósito, debe ser compartido, por lo que la comunicación pasa a ser clave en toda empresa. Solo entendiendo los valores, el propósito y la misión/visión de la organización que defienden, los equipos maduros pueden decidir cómo contribuir a la consecución del mismo.

Muchas empresas son conscientes y tienen la inquietud de cambiar a este tipo de organizaciones, pero sus intentos de transformación son tímidos, por decir algo. La inercia de la empresa hace que intentos livianos no germinen. Y todo siempre vuelve a ser igual.

Se trata de tener personas en nuestros equipos de trabajo comprometidas con lo que hacen, y esto va ligado a su autonomía y su capacidad de tener impacto. Pero si a las personas de tu organización le dices lo que tienen que hacer y no dejas de supervisarles estás coartando su capacidad creativa, su innovación y su desarrollo, además de no permitirles tener una visión más allá de su día a día.

Me habló también sobre el liderazgo consciente, el cual era fundamental para Ricardo. Para él, el líder consciente debe conocerse a sí mismo, en una primera instancia, y después debe conocer la realidad que le rodea, entendiendo las limitaciones de sus paradigmas mentales, enriqueciéndolos a través de la base de todo liderazgo, la escucha.

Me resumió que cualquier líder que se precie en la actualidad debería conectar con uno mismo y las personas que le rodean. Esto haría trascender su ego y orientarse al servicio a los demás en lugar de controlarlos.

Entendí que controlar el ego elimina la barrera que bloquea el aprendizaje. 


"Escucha activa y conocimiento del entorno eliminando modelos mentales caducos."


Si queremos activar el compromiso de nuestros colaboradores, se debe hacer a través de la dimensión trascendental, ya que el poder de una persona como líder debería ser capaz de conectar y generar una lógica a través de comprender el propósito con sentido para las personas que forman la organización.

Ricardo siempre repasa temas muy difíciles de deglutir desde el trono; vulnerabilidad, huir de la necesidad de control, humildad, escucha, trascender al ego, etc...

Para conseguir este tipo de liderazgo me indicó que todo empieza por el autoconocimiento, por lo que hay que dedicar tiempo a conocerse a uno mismo, todos los días. Liderarse a sí mismo. Tarea difícil, la cual rechazamos y que no se puede trabajar sin esfuerzo ni un tiempo de dedicación. No solo trabajar en tareas de hacer, sino de reflexión. Qué difícil pensé, mirando la agenda, el calendario, las tareas por hacer, los viajes, las reuniones...

También se trata de cuidar todas las dimensiones que tenemos como personas: la dimensión física (haciendo ejercicio y durmiendo lo suficiente), la dimensión emocional (reconocer las emociones que nos inundan y dejarlas ir, tratarlas, etc...), la mental (ganar perspectiva sobre nuestros propios pensamientos) y la trascendental (meditación, ejercicios que nos ayuden para trascender nuestro ego).



Se trata de buscar equilibrio y profundidad como persona para liderar equipos muy necesitados de saber por qué madrugan y pasan su día en la empresa trabajando, y para qué...

Me despedí de Ricardo, y me quedo con la necesidad de cambiar la organización a través de cambiarme a mí mismo primero. Pensé en mi equipo directivo y la necesidad de renacer que cada uno de los componentes tiene. Y acabé pensando que merecía la pena, que el proyecto cada vez tenía más sentido y por supuesto, necesitaba direccionar a la organización hacia un sistema gestionado en este mundo convulso de manera adecuada.


Como consejo final, me indicó que la clave está en dedicarle tiempo a este tipo de liderazgo, y me pidió reservar tiempo en la agenda, y como ejemplo me explicó que en la meditación la clave está en el hábito, no tanto en la cantidad, sino en la constancia...

domingo, 18 de junio de 2023

QUÉ IMPORTANTE ES LA ACTITUD PARA MULTIPLICAR AL TALENTO

"Por encima del talento están los valores comunes:

 disciplina, amor, buena suerte, pero, sobre todo, tenacidad"


James Baldwin (1924-1987) 

Ensayista, novelista y dramaturgo estadounidense




Le pregunté a Mercedes el por qué de tanta felicitación a su equipo tras haber perdido el contrato en el último minuto. Sabía el motivo, pero me gustaba escuchar de boca de una de las mejores responsables de unidad de negocio que se había cruzado en mi camino y aprovechar para aprender al máximo gracias a sus palabras; y en 28 años de experiencia no me he cruzado con pocos jefes, responsables y situaciones, pero Merce siempre me hace crecer cuando coincidimos.

Mercedes lo resumía en que siempre se rodeaba de talento en sus equipos de trabajo, y posteriormente les exigía lo máximo en cuanto a compromiso, esfuerzo y dedicación a la consecución del objetivo perseguido. 

"Luego, al final, no todo depende de nosotros y cuestiones varias puede acabar con que el cliente elija otra propuesta, defina que no necesita cubrir sus necesidades con la nuestra o aunque nos indique que cerrará el trato con nosotros, de manera enigmática y sin motivo aparente, lo cierra con la competencia".- me comentaba.

Pues bien, tras estar volcado totalmente todo el equipo en el proyecto y el cliente haberse decidido por otra opción, Mercedes no paró de enaltecer el trabajo de los suyos y les encomendó ponerse a trabajar con todo el ánimo en el siguiente envite.

Ya camino de casa recordé lo que le había ocurrido a una adolescente muy cercana de la familia, la cual tras haberse presentado a una prueba muy importante, e indicarle el tribunal que había quedado ganadora empatada con otros dos proyectos presentados, tras un nuevo desempate e indicarles que había mejorado lo realizado el día anterior, la decisión final había sido dejarla fuera de la lista de ganadores.

En la vida, o ganas o aprendes. La adolescencia es una etapa que eleva a la enésima potencia eso de enfrentarnos a lo que llamamos "cambio". Cambian de amigos, cambian de nivel educativo, deciden hacia donde dirigir su formación de cara a su futuro, y empiezan a tener pruebas diríamos en serio, pero que ya no deciden ellos mismos y empiezan a tener puertas abiertas y puertas cerradas que no precisamente son elegidas por sus padres ni por sus seres queridos.

Ahora le tocaba elegir a ella cómo gestionar todo lo aprendido. Su entrenador personal y el director del centro le habían indicado que estaban orgullosos de ella por cómo había defendido la prueba. Además, desde el punto de vista técnico, la segunda vez había mejorado a la primera. El jurado, sin motivo aparente y de una manera injusta al menos para los profesionales, había retirado el titulo de ganadora.

Pero para sus padres, y así se lo habían hecho saber, el éxito en la vida no vendrá determinado por títulos, premios y notas o puntuaciones de comités, jurados o tribunales, sino en el binomio talento y esfuerzo, y para ellos, la adolescente no tenía de menos ni una cosa ni otra. La manera en la que se había comprometido con los ensayos y la preparación de la prueba, el esfuerzo diario y la involucración en conseguir el objetivo, además de un talento indiscutible en la tarea eran suficiente para sus padres.

En definitiva, padres, familia y profesores estaban orgullosos de ella por cómo había afrontado el reto.

A la adolescente le toca ahora resumir el camino, evaluar lo bueno y lo mejorable del mismo, crecer en ese proceso que acaba en la madurez y decidir si la medida de la tarea es numérica  con criterios "x" o lo que cuenta es el esfuerzo, el compromiso, y un talento a pulir a base de experiencia, ensayo y error, y muchas ganas de seguir mejorando para conseguir el verdadero éxito que la vida le deparará, seguro.



Por mi parte, sigo aprendiendo de personas como Merce, semana a semana, y me quedo con reconocer el talento de mi equipo, saber que lo están dando todo y que de esta manera tenemos los ingredientes adecuados para que el reto que se nos presenta acabe como tenemos planificado.