"Al poder le ocurre como al nogal,
no deja crecer nada bajo su sombra"
Antonio Gala (1930-?)
Dramaturgo, poeta y novelista español
En una época en la que parece que el ganador será el que mejor maneje el big data, el business inteligent y la tecnología en general Xavier comentaba que necesitamos parar y mirar todo lo que depara a una empresa desde la visión que genera el carácter humanista del asunto, con más perspectiva.
Esto no significa que el humanismo pueda prescindir de la tecnología, pero tampoco la tecnología se entendería sin el humanismo.
Incertidumbre, sí, pero la tecnología no eliminará a las personas, sino que debe de ponerse a su servicio para hacerlas crecer. Y así ve este gran maestro el futuro de las empresas; entes capaces de crecer haciendo crecer a los demás.
Cuando me hablaba de crecimiento quiso aclararme que se refería a cuatro ámbitos para que fuera un equilibrio estable. Clientes, empleados, accionistas y sociedad.
En primer lugar, me hablaba de hacer consistente el proyecto evolucionando con los clientes, haciendo crecer a los mismos.
El segundo ámbito no era otro que fortalecer como factor de crecimiento, el desarrollo de la gente que forma la empresa. Mal lo tendrán de cara a un futuro las empresas que pongan techos de cristal a las personas que conforman su proyecto.
Tampoco olvidaba el ámbito que conforman los accionistas. Sin hacer crecer de manera sostenible a los accionistas todo se acabará tarde o temprano. Atención con caer en el cortoplacismo.
Y por último, resaltar que sin hacer crecer a la sociedad, es poco probable hacer crecer un proyecto. Como decía Drucker, "no hay empresas sanas en sociedades insanas".
Y en este punto estábamos cuando volvió a salir el asunto de la importancia de un buen líder, con sus características, para generar crecimiento. Me habló de humildad combinada con ambición. A veces se confunde ambición con codicia, pero no tiene nada que ver y el ser humilde es vital para no creerse estar por encima del resto y comenzar a realizar tonterías que te saquen del mercado.
La empresa está por encima del negocio, es un conjunto de personas con un propósito común que crean valor social, y si el talento no está aderezado con "buena gente", apaga y vámonos; es necesario no actuar con malicia para construir desarrollo estable y un proyecto sano y sostenible.
Y teniendo claro que crecer es a base de liderazgo y talento, fue no menos interesante como definía la manera de medir el talento. Según Xavier, la tecnología será diferencial según cómo la consiga aprovechar el talento. Y el talento se mide a través de tres características observables:
- Primero, el conocimiento y las competencias que permiten obtener resultados.
- Después, la capacidad de adaptación, vital en este entorno convulso e incierto.
- Por último, algo que no se suele remarcar cuando se habla de talento, y me llamó la atención por ser cierto, que no es otra cosa que la capacidad de compartir.
Me hizo pensar, porque compartir no es una característica diríamos de "mala gente", ni de personas tóxicas, y mal hacemos en nuestras organizaciones si permitimos que personas de este tipo se acomoden entre la "buena gente", porque más fácil será que estos últimos acaben quemados, en algunos casos, o buscando otros retos fuera de la empresa que la conversión de personas codiciosas, abusonas y amargados que lo último que piensan es en dejar el sitio, a sabiendas que no lo tendrán fácil en cuadrar en cualquier otro lugar.
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