"El monopolio es una cosa terrible, hasta que lo tienes"
Rupert Murdoch.
Ceo en News Corporation
Ya lo vaticinaba un amigo el sábado y desde el mismo lunes a la mañana tuve y no pocos comentarios en busca del colega que desde el mismo día primero de la semana quedó bautizado como el niño-adulto.
Y es que también es bastante singular que el único en no referirse al tema escrito durante la entrada pasada es el propio doliente y puede que se le haya pasado, el leerlo me refiero, ya que el comentario al respecto no faltaría, conociendo al susodicho.
Pues bien, sin darle más importancia, entre otras cosas porque no la tiene, me traslado a lo acontecido en mi semana, que es la vuestra y que merece la atención total ya que como dice aquél: "agua pasada no mueve molinos".
Y es que la tendencia sigue siendo de dinamismo, pedidos y sobre todo optimismo ante la generación de contratos en cantidad suficiente para evidenciar un gran primer trimestre del que será el mejor arranque del año de los últimos cuatro. Esta inercia nos ha permitido trabajar más centrados en el negocio y dejar atrás preocupaciones que motivaban tensiones innecesarias y que además, complicaban el quehacer diario con desgastes y roces derivados del nerviosismo general. Y de esta guisa han transcurrido las jornadas, sin ningún contratiempo a reseñar.
Ya acabando la semana, la laboral, y en la hora de las cañas, las de los viernes, ha salido el tema de una empresa del sector de un tamaño muy distinto al resto de competidores el cual, aprovechando sus pulmones es capaz de decidir los precios de su producto a la vez que éstos son los impuestos para el mercado. Es una posición dominante que ya se ha cobrado varias victimas en el camino y de momento, no parece que el final de la película esté cerca.
No he podido tras la charla, animada y de nivel, como siempre acordarme de los mercados en los que se está más cerca del monopolio que de la bendita "competencia perfecta". Y es que aunque parezca mentira, quedan segmentos, sectores o nichos, que de una manera encubierta, o no, toca lidiar con la injusticia de este extremo tan perjudicial para unos y tan ventajosos para otros.
Puede que la ventaja adquirida por la empresa en esta circunstancia sea buena para ella, ya que le hará ganar más dinero, pero el usuario aprovechará la situación para comprar más barato siempre y cuando la empresa no pueda aumentar los precios (usándolos como barrera de entrada) sacrificando eso sí la ausencia de gama o variedad.
Lo que es interesante, desde mi punto de vista es jugar la partida en el bando opuesto a estos gigantes con poder, evaluando sus puntos débiles e intentando cambiar en lo posible las reglas del juego. Como reza el título de la entrada, atacando las posiciones dominantes.
Toca pensar, y para ello nos pagan, ¿verdad? por lo que debemos aprovechar nuestra agilidad, asegurarse de no realizar maniobras peligrosas que pongan en peligro nuestra integridad empresarial, innovar, cambiar hábitos y cubrir necesidades inexploradas de los clientes, así como gestionar la proximidad y la extrema customización para posibilitar en la medida de lo posible el crecimiento de pymes a la vez que la creación de riqueza en nuestras zonas de actuación.
No suena fácil ni sencillo, pero sí que es un reto de gran calado el desplazar de su trono, o al menos intentarlo a tan enorme ejemplar. La tarea no es fácil cuando toca luchar sólo, desde una posición de tamaño y fuerza cuasi-ridícula respecto al competidor de referencia por lo que no vendría mal, aparte de imaginación y valentía temerosa algo de apoyo institucional que provocara una asociación aunando esfuerzos y permitiera la formación de una oposición relevante. Pero es utopía, no hay ganas ni mentalidad, por lo que este camino está y permanecerá sin asfaltar, o así lo estimo yo.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 4 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
Nota: Mucho camino que recorrer en estas lides y sobre todo barreras y piedras en el mismo no faltando peregrinos. Yo lo recorreré, atacando las posiciones dominante ¿y vos?
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