"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 17 de diciembre de 2017

CAMBIOS EXPONENCIALES, FORMACIÓN Y SUPERVIVENCIA

“Sólo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan …… 
No formarlos y que se queden.”

Henry Ford

Esta semana ha sido la semana de la formación. Hemos dados dos cursos a dos empresas muy diferentes en tamaño, pero muy parecidas en cómo están enfocados en hacer crecer a su empresa aumentando los conocimientos de su capital humano a través de la formación, entre otras cosas.

Y es que cada vez estoy más convencido que hoy, en el momento de la historia con más cambios (y más rápidos) sociales, económicos y tecnológicos, con un ritmo bestial, se necesita estar muy preparado para adaptarse a los nuevos escenarios que se nos están presentado. Y mal irá para sobrevivir el que no así lo haga.

No es nada confortable seguir estudiando incluso muchas veces fuera de tu horario de trabajo; lo sé. Incluso a veces, los cursos los disponen viernes, sábado y domingo; lo sé. Pero la llegada de la industria 4.0 y las nuevas tecnologías hacen necesario estar al día, tanto para adaptarnos a los nuevos métodos de trabajo e incluso a nuevos sectores que ahora ni siquiera conocemos. Sólo hay un camino: la formación continua de directivos y trabajadores.

No hay otra manera para generar un mayor desarrollo profesional, aumentar la tan usada (de forma gratuita, por desgracia) productividad, mejorar la gestión de nuestras actividades agregando un valor añadido a nuestras empresas, si no es enriqueciendo nuestras aptitudes y capacidades a través de la formación continuada. Sí, el mundo está poniéndose cada vez más duro, pero no tenemos otra alternativa. Además, nadie duda que si de manera individual o a través de la inversión de nuestra empresa, podemos mejorar profesionalmente además de mejorar nuestra satisfacción, nuestra motivación e incluso el ambiente laboral y la integración en nuestra compañía.

Es muy fácil de entender. Si no te formas, no significa que te estanques en el sitio dónde te encuentras; no, ese no es el problema, no lo has entendido. Si no sigues formándote, irás hacia atrás, te quedarás fuera...

A nivel personal, está claro que la formación continua podrá aumentar tus perspectivas laborales, tanto dentro de tu empresa en forma de ascensos como en traslados u otros empleos si la situación lo requiere.

Esta parte final, puede ser una tentación para empresarios (inconscientes) que prefieran tener gente media en lugar de talentosa; pero todos sabemos cómo acaba en el ranking esa empresa que prefiere mediocridad dentro, sin arriesgar, haciendo crecer a los suyos y preparando un plan, en paralelo, para que su empresa sea un imán de retención de talento. Pero ni que decir tiene que ese crecimiento interno a través de los planes de formación deben salir de la fuente de la estrategia empresarial (esa gran desconocida en tanta pequeña y mediana empresa).

¿Estás como empleado dispuesto a dar ese punto más como precio al premio de ser parte de ese proceso de aumento de capital humano en base a la formación orientada a los cambios que vivimos?

Y tú, empresario, ¿dejarás de decir lo de que el activo mayor y de más valor de mi empresa es el humano (en esas famosas entrevistas que tanto te gustan) para pasar a la acción y motivar, incentivar y generar un futuro mejor para tus empleados y en general a la sociedad, a través, entre otras cosas, de un buen plan de formación?

Es un acuerdo win-win, y el cambio de paradigma, con un esfuerzo que posiblemente de inicio, será doloroso para las partes, en medio plazo demostrará que posiblemente ha mantenida a la empresa, y a sus empleados, "vivitos" y coleando. En caso contrario, sin posibilidad de adaptación, llegará la extinción mientras que las partes echarán la culpa al de enfrente.

Para rematar, no es cuestión sólo de motivación, sino que se demuestra cómo el crecimiento del capital humano genera una mayor productividad, mejores productos en calidad y una organización, en definitiva, más sana. La cultura del esfuerzo, del estudio y de la preparación genera una cultura corporativa que provoca un efecto dominó, lo que permite incluso un giro hacia lo nuevo y la innovación.




Bastante claro. Distinto o extinto, como decía un gran amigo que nos inculcó nuevos métodos hace algunos años. Y la diferencia es un mix de esfuerzo, formación, innovación y muchas ganas de no quedarse atrás.
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.



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