Rendirse ante la adversidad es mostrarse de su parte.
Diego de Saavedra Fajardo (1584-1648)
Diplomático y escritor español.
Si la semana pasada hablábamos de confianza, esta nos toca sin duda comentar la actitud, con "c" de casa (sí se puede), mediante la cual se afronta una determinada tarea, problema o actividad en general en nuestra vida diaria en particular.
Sí, hemos vivido dos eliminaciones muy dolorosas, por cierto, pero de qué diferente manera la han afrontado los dos equipos principales del Reino.
Para los despistados, he de decir que estoy hablando del Barcelona y del Madrid de balompié, los cuales han quedado eliminados en las semifinales de la Champions League. Pero aunque el fatídico desenlace ha sido el ya comentado (eliminación del campeonato) cuan diferente sabor de boca han dejado uno y otro a sus respectivas aficiones. ¿Por qué? Muy sencillo, mientras unos desde el resultado vivido en el partido de ida creían en la remontada (sí se puede), los otros bajaron los brazos y se dieron por vencidos una vez terminada la ronda inicial y tras recibir los 4 goles que tras su tropiezo inicial de forma totalmente merecida fueron endosados en su casillero.
Una vez más, el fútbol nos sirve para entender que aunque en momentos de un partido o eliminatoria (por supuesto puede ser también en momentos de nuestra vida) todo está en nuestra contra, siempre hay que intentar darle la vuelta al marcador, nunca perder la esperanza y con una actitud de encontrar soluciones a nuestros problemas y situaciones complicadas es posible que todo cambie y la situación mejore.
La actitud del Real Madrid el pasado Martes es la que puede sacarnos a cada uno de la mala situación que atravesamos actualmente en nuestro país, y tenemos que convencernos que es la única que podrá hacer cambiar el rumbo al cual por desgracia nos dirigimos desde hace ya un tiempo bastante largo, y lo que te rondaré, morena.
Resaltar que tras estar en una situación muy desesperada, sólo unas mínimas luces de esperanza y alguna mínima buena noticia provoca en la sociedad unas grandes dosis de ¡sí se puede! derivadas de las ganas de que algo salga bien.
Como ejemplo, volviendo al fútbol, sólo resaltar los 10 últimos minutos del partido contra el Borussia en el cual tras marcar el segundo gol la afición en el campo, en sus casas viendo la tv, oyendo la radio o leyendo sus tweets disfrutaron de lo lindo y olvidaron todo lo mal que lo habían pasado durante el resto de la eliminatoria, ilusionándose de tal manera que estuvieron a punto de cumplir su difícil, casi imposible objetivo final.
Ni que decir tiene, que esto es lo que ocurre y ocurrirá cuando toque en la vida real; y es que en cuanto tengamos unas mínimas expectativas de mejora (creíbles, eso sí), estoy convencido que servirán como aliciente para afrontar el futuro con garantías de éxito asegurado.
Como ejemplo, volviendo al fútbol, sólo resaltar los 10 últimos minutos del partido contra el Borussia en el cual tras marcar el segundo gol la afición en el campo, en sus casas viendo la tv, oyendo la radio o leyendo sus tweets disfrutaron de lo lindo y olvidaron todo lo mal que lo habían pasado durante el resto de la eliminatoria, ilusionándose de tal manera que estuvieron a punto de cumplir su difícil, casi imposible objetivo final.
Ni que decir tiene, que esto es lo que ocurre y ocurrirá cuando toque en la vida real; y es que en cuanto tengamos unas mínimas expectativas de mejora (creíbles, eso sí), estoy convencido que servirán como aliciente para afrontar el futuro con garantías de éxito asegurado.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
El vídeo de la semana: NUNCA TE RINDAS
Nota: si la cebra escapa y vive, nosotros saldremos de ésta, seguro, pero mientras tanto tendremos que luchar muy duro para salir con una buena actitud de esta situación que nos ha tocado vivir.
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