"Trabajo deprisa para vivir despacio"
Montserrat Caballé. Cantante de ópera española.
Esta semana parecía que iba a ser muy larga, sí.
Se trataba de descansar el Jueves por la fiesta de los "Santos" y el Viernes teníamos una dura jornada; Todo estaba planeado, no había hora del día sin una actividad programada y... ali-hop, cambio de planes.
Sí, nuestro principal cliente que nos va a acompañar durante este último trimestre ha cambiado los plazos de entrega y no es necesario fabricar durante el Viernes, tal y como estaba preparado. Por lo tanto, PUENTE.
La verdad es que no sólo está el circo montado para ir como una moto durante la jornada laboral, no. también nos exigen velocidades de crucero una vez acaba ésta; ya sabéis, con los chicos: inglés, danza, música, médico, fútbol, ludoteca, médico, natación, otra vez médico, judo, urgencias (es que ya es fin de semana) y otra vez a empezar, que viene el lunes.
Eso sí, hay que reconocer que ese nivel sólo lo aguantan las mujeres, con perdón, ahora que no me oyen, y algunos señores (para que no se enfade un colega) además de un apoyo fundamental, yo diría indispensable de la figura más importante desde que la democracia llegó a este país, sí, los ABUELOS (ya estabais algunos pensando en Urdangarín, ehhh?).
Por cierto, prometo dedicarles una entrada antes del primer aniversario del blog en exclusiva tanto al género femenino como a los abuelos; ambos se lo merecen con creces.
Pero vamos a lo que vamos, esta vida es tan convulsa que nos pasamos de la meta y no lo celebramos, todo el día corriendo. Además, se valora al inquieto, al activo, al mueve que te mueve (aunque no haga nada), se trata de generar ruido, movimiento y acción, aunque no genere valor, sino ESTRÉS por donde pasa.
Además, solemos escuchar la siguiente valoración de la persona tranquila y calculadora: "no tiene sangre, no, es muy parado, no desarrolla". Desde mi punto de vista, y por lo que a mí me toca, tenemos que darle más importancia a este perfil, ya que al final lo importante de todo es el fin, y no sirve de nada hacer kilómetros si no se alcanza el objetivo en tiempo y forma, digo yo.
Ahora, e intentando que todos y cada uno de nosotros entendamos el mensaje, antes que sea nuestro cuerpo el que nos lo recuerde (no es difícil conocer gente de nuestra edad y entorno con algún sustillo en forma de angina de pecho, infarto, etc...) es muy importante controlar nuestra dinámica e intercalar momentos de sosiego que nos permitan equilibrar nuestros marcadores de estrés oxidativo.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 5 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
El video de la semana: Un minuto, cuando lo necesites
Nota: yo he seguido al pie de la letra al personaje y me ha dejado bien, pero que muy bien. No me pasaba desde que intenté doblar la cuchara en el 1975 (esto me lo han contado, sí).
El vídeo me ha encantado, y tu reflexión también.
ResponderEliminarA ver si me acuerdo y lo aplico de vez en cuando. Hasta luego.
Como siempre, genial
ResponderEliminarMuy bueno y agradecido de estas palabras tan apropiadas y consejos que vienen de lujo. Y ahora va mi pregunta, ¿quien genera el estrés, la persona misma o el alrededor (niños, padres, pareja, etc).
ResponderEliminarQue bueno el video!! El texto, como siempre, muy bueno (el futuro post que versará sobre las mujeres me inquieta; ¡sé bueno!).
ResponderEliminarY el video muy práctico! Cuando tengo que pensar y mis pensamientos se van a las ocupaciones/preocupaciones diarias, lo que hago a veces, y por si sirve, es imaginar una hoja en blanco, sin más, el blanco es calma y es paz.. y sino, siempre está lo de una playa desierta no? ;)
Be water my friend!