"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 8 de mayo de 2016

HABLANDO EN PÚBLICO Y CONVENCIENDO

"Creía que un drama era cuando llora el actor, 
pero la verdad es que lo es cuando llora el público"


Frank Capra (1897-1991) 
Director de cine estadounidense


La verdad que el otro día, cuando me tocó leer un texto en la parroquia, en la comunión de Carmen, me di cuenta que aunque estemos acostumbrados a hablar en público, cuando nos cambia la audiencia, el entorno y no estamos muy acostumbrados a la materia en cuestión que nos toca departir, el tema se pone serio.

Y creo que por los nervios y a la vez emoción que este momento me deparó hizo que no dudara en apuntarme a esa charla que proponían en la asociación de empresarios noveles de la capital; rellené el formulario y allí me presenté la mañana del jueves a eso de las 12 del mediodía.

El título de la charla era "habla y convence". Me sonó bien desde el principio y cómo tenía ya programadas varias visitas por la gran urbe, como os digo, desde el primer momento intuí que sería bueno, y me alisté.

Y no me defraudó. Era un profesional del mundo de la consultoría, pero que como muchos habían decidido pasarse a esto de las jornadas de formación y según me comentó al final de la charla, no le iba mal. Soltura tenía, eso lo puedo confirmar.

Está claro que la postura, el contenido de la exposición y el tono entre otros, son aspectos que pueden determinar el éxito o la mediocridad a la hora de hablar en público.

Pero aunque al término de la ponencia nos dejó una serie de consejos en forma de lista, me gustaría repasar con vosotros lo que me inspiró personalmente de la charla, más en forma de claves que como lista de notas entendiendo que nos pueden ayudar y mucho a todos los que nos tenemos que enfrentar en nuestros trabajos a audiencias duras y preparadas que no pueden perder el tiempo con audiciones aburridas, sin alma y sin mensaje que les añada valor a su día a día.

Para comenzar, una clave que es universal y fundamental a la vez: "Ensayar".

Se dicta como seguro de vida, al menos ensayar 5 veces el tiempo que va a durar tu exposición. Es necesario redactar minuciosamente tu presentación, pero un tema vital es ensayarla para que fluya sin problemas en el momento de la verdad. El ensayo te vale también para controlar el tempo, y no se puede alargar el tiempo previsto y menos con frases como: "y con esto termino"; tras lo que te tiras otros 15 minutos largando de lo divino y lo humano. Podríamos resumir esta clave como una que me enseño un gran directivo y amigo, con el que he compartido un proyecto durante 6 años: "ensaya y vuelve a ensayar hasta que parezca improvisado". Un abrazo desde aquí, allí donde estés, JIF.

Me llamó la atención y por eso os dejo ésta como segunda clave: "Los nervios son buenos".

No se puede estar como un flan, balbuceando y con el tembleque, pero sí que resaltaba el ponente que no debemos de ofrecer un relajamiento que roce la apatía. El público necesita pasión, y la pasión la tiene que dar un muchito de tensión y de entusiasmo que transmita ilusión por lo que estás informando y mantenga al público enganchado. Como todo, sin pasarse en el nivel de excitación que nos lleve a gestos y voces desmesuradas y fuera de lugar que nos hagan perder el control.

Como tercera clave, anoté un titulo que rezaba "tienes que parecer poderoso". En este punto nos aclaraba que la autoridad debe de ser sobre la materia que estamos tratando y que debemos de transmitir confianza y poder sobre el tema para ganarnos la credibilidad entre nuestros oyentes. No vale eso de esconderse tras el micrófono, hombros caídos y mirada perdida en el más allá, sino enfrentarse a nuestros oyentes  unos segundos (de 3 a 5), repartiendo nuestra mirada en la mayoría de los que nos escuchan, sin evitar el cuerpo a cuerpo. Tenemos el poder sobre nuestra especialidad y estamos dispuesto a compartirlo con ellos, eso es el mensaje que nuestra confianza debe de transmitir en el público.

Como cuarta clave, nos indicaba el común error que solemos cometer y no es otro que casi siempre queremos dar muchos mensajes, igualarlos en importancia, por lo que perdemos la oportunidad de que nuestros oyentes se enfoquen en lo verdaderamente importante que queremos compartir con ellos. Lo intentaba llevar al extremo y nos decía: "limita tus mensajes a 1".

En definitiva, nos quiso transmitir que los mensajes tenían que ser pocos e importantes, que calaran y que no nos importara que se fueran repitiendo durante la ponencia para que el personal los interiorizara. Se debe estructurar la exposición en torno al mensaje que se quiere trasladar y nunca olvidar que lo importante es enfocarlo desde el punto de vista de lo que aportas a tu audiencia. Debes de centrarte en su valor añadido, no en el tuyo.

Y por derivación, el último y no por ello el menos importante nos dejó este titular: "a los asistentes no les importáis nada vosotros". Lo que verdaderamente les importa es ellos mismos, su tiempo, su dinero y en definitiva, qué es lo que les estás ofreciendo para ahorrar dinero y tiempo haciéndole la vida más fácil. Es el eterno viraje desde la dirección enfocada al proceso/producto hacia el enfoque cliente. Es fundamental conocer el perfil de las personas que formarán la audiencia y preparar la charla para que sean ellos quien ganen, que es por lo que asistirán y prestarán atención.




Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 1 minuto a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.



El vídeo de la semana: HABLAR BIEN EN PÚBLICO


Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.


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